viernes, 26 de agosto de 2011

SANTA ROSA DE LIMA

BIOGRAFIA

« SANTA ROSA DE LIMA»
Isabel Flores de Oliva, quien más tarde se convertiría en Santa Rosa de Lima, nació el 30 de abril de 1586, en el hogar del ciudadano portorriqueño Gaspar Flores y la dama limeña María Oliva.
Isabel fue una de los trece hijos que tuvo el prolífico matrimonio de sus padres, que fue siempre de condición modesta.
Hay un nexo común entre San Martín de Porres y Santa Rosa: ambos recibieron el bautismo en la antigua iglesia de San Sebastián, en el centro de la Lima actual, entre los jirones Ica y Chancay, de manos del padre Polanco, en actos sencillos. Isabel fue bautizada al cumplir los tres meses de edad.
Dueña de una singular belleza física, desde el momento de su bautismo comenzaron amigos y parientes a llamarla Rosa, el nombre que ella adoptaría más tarde.
Los primeros años de su vida transcurrieron en Lima, pero luego la familia se trasladó al pequeño pueblo de Quives, a unos 60 kilómetros al noreste de Lima, adonde su padre fue enviado como administrador de una mina de plata. En ese mismo pueblo, que después adoptaría la denominación de Santa Rosa de Quives y donde hoy existe un santuario en homenaje a la santa, la pequeña Isabel fue confirmada por el arzobispo de Lima Toribio de Mogrovejo.
Aunque su familia no tenía muchos recursos, sus padres atendieron las inclinaciones artísticas de Isabel y ella no sólo aprendió a leer y a escribir, lo que era muy raro entre las familias de escasa fortuna de aquel tiempo, sino practicó música y tocaba arpa, vihuela y cítara. Le gustaba también la poesía y el canto.
Como la gran mayoría de las muchachas de su época, era experta en bordados y costura, con lo que contribuía a los gastos de la numerosa familia que la rodeaba.
Aunque era profundamente católica, Isabel no perteneció a ninguna orden religiosa y sólo en 1606, a la edad de 20 años, se incluyó entre las hermanas terciarias de Santo Domingo, cuyo hábito blanco comenzó a vestir.
Desarrolló una vida personal muy pegada a la forma en que sus padres la habían educado y cumplía rigurosamente sus obligaciones religiosas y llegó muchas veces a la penitencia.
Construyó un oratorio en el jardín de su casa donde pasaba largas horas de meditación.
Pero sus obligaciones con la oración no la hicieron olvidar su solidaridad humana y estableció en su casa una enfermería para atender a los necesitados y también se ocupó de la educación de muchos niños. Auxiliaba a sus semejantes que se hallaran en problemas y se privaba frecuentemente de sus pertenencias para aliviar a quienes llegaban por su casa en busca de un apoyo espiritual y material.
Era muy rigurosa consigo misma y en busca de su perfección espiritual, quería imitar los sufrimientos de Cristo. Para ello, se ató a la cintura una cadena que le causaba laceraciones y cuya llave arrojó al pozo de donde su familia se abastecía de agua para sus  necesidades cotidianas.
Se colocaba también una corona de espinas en la cabeza y se azotaba con frecuencia, a fin de apartar de sí las tentaciones mundanales.
Su breve vida concluyó cuando tenía 31 años de edad. Murió en su casa de Lima el 24 de agosto de 1617 y a su sepelio concurrieron cientos de personas que alguna vez recibieron de sus manos y de su voz alivio material o espiritual.
En 1668, el Papa Clemente IX la beatificó y un año después la declaró Patrona de Lima y del Perú. En 1670, Clemente X la declaró Patrona Principal de América, Filipinas y las Indias Occidentales y la canonizó en 1672. La jerarquía religiosa establece que su fiesta se celebre el 30 de agosto.
Ese día hay una peregrinación al santuario de Santa Rosa de Quives, y en la basílica que se ha levantado sobre el terreno que fue su casa, se celebran solemnes oficios religiosos en su homenaje.
El antiguo pozo de su casa es un centro de atracción especial y miles de devotos acuden a él para echar al fondo, mensajes en que le piden un favor, en una evocación de esos centenares de personas que llegaban a su casa por un alivio a sus males de cuerpo y de espíritu.
Santa Rosa de Lima fue también Patrona de la Guardia Civil y hoy es  Patrona de la Policía Nacional del Perú, al producirse la unificación de las fuerzas policiales.

1 comentario:

eduvictorhs dijo...

Es importante impartir e nuestros estudiantes valores espirituales y sobre todo con persomajes que trascendieron en nuestra historia peruana.